EL CONOCIMIENTO HISTORICO Y LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Andrea Sánchez Quintanar
Reflexión
La autora nos plantea la premisa que durante toda la lectura nos va a hacer mención y nos va a llevar a reflexionar la cual se resume en una sola pregunta: ¿Cómo enseñar a enseñar historia?, a la vez puede pasar por nuestra mente lo tan difícil o complicado que puede ser para un maestro transmitir todos los conocimientos a sus alumnos y ya entrando en detalles también lo difícil que puede ser para nosotros impartir Historia dentro de la materia de didáctica de la historia.
La pregunta anterior se responde a través de tres respuestas que la misma autora se formula, y que son las mismas a las que se enfrentan los especialistas en ciencias sociales, al tratar de explicar los fenómenos sociales. La primera respuesta es 1) no hay recetas y efectivamente nadie nace sabiendo hacer las cosas y es menos obvio decir que existen formulas para poder transmitir el conocimiento, 2) nada sustituye al conocimiento de la historia y 3) nadie puede enseñar lo que no sabe, así como nadie puede despertar un interés en lo que ni siquiera al que trata de enseñar o no le interesa.
Existen otros problemas a los que se enfrenta la historia, de la comprensión de esta en la enseñanza y en la difusión los cuales son los siguientes seis puntos: la primera es la ubicación temporal, ubicación espacial, los sujetos de la historia, papel del individuo en la historia, la interrelación de las esferas de la vida social y la relación con el presente, estos son algunos de los problemas que pienso son también a los que se tiene que enfrentar la persona que trate de enseñar y difundir la historia y no nada más quien capta los conocimientos.
En primer lugar tendemos a ubicar tanto tiempo- espacio para referirnos a un proceso histórico de cierto sujeto histórico o coyuntura social. Pero para ello tenemos que poner bien en claro a los alumnos el tiempo utilizando conceptos que sean de su conocimiento como a los de primaria les dicen ayer, posteriormente lo van tratando por años hasta que perciba tiempos largos. Lo mismo sucede con los lugares les hablan de su casa, su familia, la ciudad, estado, etc. Uno como estudiante también tiende a memorizar fechas o personajes y tratamos de ubicar la importancia de su participación en los procesos históricos de nuestro país.
Estos problemas pueden ser resueltos mediante una enseñanza integrada por las diferentes tendencias de la historia, tales como las tradicionales del positivismo del siglo XIX, en donde nos propone que “la escuela según el positivismo permitiría alcanzar "libertad, orden y progreso", y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación. (Barreda, 1978:15)[1].
Esto nos hace pensar que la didáctica de la historia es muy importante en la vida de un historiador ya que como lo señala La autora en donde explica que la didáctica es un conjunto de técnicas para realizar la educación en uno y la didáctica en este caso de la historia es la que nos ayudara a adquirir ciertas técnicas y herramientas para su futura transmisión frente a un aula, aunque hay técnicas mas útiles y otras menos útiles, pero esto se aprenderá con el paso del tiempo ya que no hay técnicas pedagógicas cuya aplicación sea universal.
Además de cómo lo menciona esta misma autora en un artículo: “… el egresado en la licenciatura de historia solo puede ejercer la docencia en los niveles medio superior y superior de la educación; de manera medianamente limitada, ejerce también en el nivel básico, y sólo de manera colateral y muy restringida a través de opiniones, asesorías, elaboración de materiales didácticos, en los niveles preescolar y primario de la educación.”[2]
Como reflexión que me deja esta lectura de Andrea Sanchez Quintanar, es que para la enseñanza de la historia es necesario adentrarse en el ámbito de la didáctica y su forma de enseñar historia, esto a la vez sirve para mejorar nuestro nivel difusión y enseñanza de la historia y así tendremos más posibilidades de que los alumnos aprendan mejor al historia y no se les haga tan aburrido como comúnmente se dice.
[1]Barreda, Gabino. La Educación Positivista en México. Porrúa.1978
[2] SANCHEZ, Quintanar Andrea. “Enseñar historia en la universidad y fuera de ella” en: Perfiles educativos, abril-junio, número 68, UNAM, México, D.F., 1995.
Andrea Sánchez Quintanar
Reflexión
La autora nos plantea la premisa que durante toda la lectura nos va a hacer mención y nos va a llevar a reflexionar la cual se resume en una sola pregunta: ¿Cómo enseñar a enseñar historia?, a la vez puede pasar por nuestra mente lo tan difícil o complicado que puede ser para un maestro transmitir todos los conocimientos a sus alumnos y ya entrando en detalles también lo difícil que puede ser para nosotros impartir Historia dentro de la materia de didáctica de la historia.
La pregunta anterior se responde a través de tres respuestas que la misma autora se formula, y que son las mismas a las que se enfrentan los especialistas en ciencias sociales, al tratar de explicar los fenómenos sociales. La primera respuesta es 1) no hay recetas y efectivamente nadie nace sabiendo hacer las cosas y es menos obvio decir que existen formulas para poder transmitir el conocimiento, 2) nada sustituye al conocimiento de la historia y 3) nadie puede enseñar lo que no sabe, así como nadie puede despertar un interés en lo que ni siquiera al que trata de enseñar o no le interesa.
Existen otros problemas a los que se enfrenta la historia, de la comprensión de esta en la enseñanza y en la difusión los cuales son los siguientes seis puntos: la primera es la ubicación temporal, ubicación espacial, los sujetos de la historia, papel del individuo en la historia, la interrelación de las esferas de la vida social y la relación con el presente, estos son algunos de los problemas que pienso son también a los que se tiene que enfrentar la persona que trate de enseñar y difundir la historia y no nada más quien capta los conocimientos.
En primer lugar tendemos a ubicar tanto tiempo- espacio para referirnos a un proceso histórico de cierto sujeto histórico o coyuntura social. Pero para ello tenemos que poner bien en claro a los alumnos el tiempo utilizando conceptos que sean de su conocimiento como a los de primaria les dicen ayer, posteriormente lo van tratando por años hasta que perciba tiempos largos. Lo mismo sucede con los lugares les hablan de su casa, su familia, la ciudad, estado, etc. Uno como estudiante también tiende a memorizar fechas o personajes y tratamos de ubicar la importancia de su participación en los procesos históricos de nuestro país.
Estos problemas pueden ser resueltos mediante una enseñanza integrada por las diferentes tendencias de la historia, tales como las tradicionales del positivismo del siglo XIX, en donde nos propone que “la escuela según el positivismo permitiría alcanzar "libertad, orden y progreso", y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación. (Barreda, 1978:15)[1].
Esto nos hace pensar que la didáctica de la historia es muy importante en la vida de un historiador ya que como lo señala La autora en donde explica que la didáctica es un conjunto de técnicas para realizar la educación en uno y la didáctica en este caso de la historia es la que nos ayudara a adquirir ciertas técnicas y herramientas para su futura transmisión frente a un aula, aunque hay técnicas mas útiles y otras menos útiles, pero esto se aprenderá con el paso del tiempo ya que no hay técnicas pedagógicas cuya aplicación sea universal.
Además de cómo lo menciona esta misma autora en un artículo: “… el egresado en la licenciatura de historia solo puede ejercer la docencia en los niveles medio superior y superior de la educación; de manera medianamente limitada, ejerce también en el nivel básico, y sólo de manera colateral y muy restringida a través de opiniones, asesorías, elaboración de materiales didácticos, en los niveles preescolar y primario de la educación.”[2]
Como reflexión que me deja esta lectura de Andrea Sanchez Quintanar, es que para la enseñanza de la historia es necesario adentrarse en el ámbito de la didáctica y su forma de enseñar historia, esto a la vez sirve para mejorar nuestro nivel difusión y enseñanza de la historia y así tendremos más posibilidades de que los alumnos aprendan mejor al historia y no se les haga tan aburrido como comúnmente se dice.
[1]Barreda, Gabino. La Educación Positivista en México. Porrúa.1978
[2] SANCHEZ, Quintanar Andrea. “Enseñar historia en la universidad y fuera de ella” en: Perfiles educativos, abril-junio, número 68, UNAM, México, D.F., 1995.
Juan Manuel:
ResponderEliminarLa doctora Andrea, por su práctica en la docencia, enseñando en la UNAM, la asignatura de Didáctica de la Historia, ya que dice que el docente debe conocer el contenido, y apoyarse de técnicas y métodos que le apoyen en la enseñanza, pero esto funcionará según el grupo, ya que como ella dice "No hay ténicas ni métodos universales.
Un saludo.
Mtra. Ana María